Aunque hoy sea 15 de mayo de 2012 y
hayan transcurrido 7 días de aquélla declaración, creo que no es tarde para
hacer un pronunciamiento personal al respecto.
El artículo 20 de nuestra constitución consagra: ¨Se garantiza a toda
persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de
informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos
de comunicación.
Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho
a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.¨
El principio libertad de expresión no puede seguir siendo la
justificación para el racismo, y por eso hoy planteo la pregunta de si la
declaración del diputado hace parte de un discurso político o si por el
contrario, es muestra de la utilización de argumentos racistas. Es que me
parece inadmisible que un ciudadano que hace parte de la política del país y
tiene un compromiso no sólo con la región que gobierna sino también con un país,
emita este tipo de pronunciamientos tan despectivos e irrespetuosos.
Yo creo que la solución para el problema del racismo no es demostrarle
respeto a una población porque hace parte de un partido político, y lo digo sin
exagerar porque éste fue el argumento del presidente del partido Liberal Simón
Gaviria hace algunos días mientras daba una entrevista para un noticiero. Simón
Gaviria afirmaba que había que pedirle disculpas al departamento del Chocó
porque era abiertamente liberal.
Es que si el respeto a una región o grupo étnico va estar condicionada
por la pertenencia a un partido político, entonces la Declaración Universal de
los Derechos Humanos y los derechos consagrados en nuestra Carta Política nunca
habrían existido o lo que sería peor jamás serán eficaces.
Mi posición frente a la declaración del diputado es de total rechazo, porque
en cualquier espacio –no solamente en la política- los discursos deben estar
presididos por el respeto, la igualdad y la tolerancia.
Invito a que este tipo de discusiones no tomen importancia únicamente
cuando los medios les den protagonismo en sus titulares o portadas, y que
enriquezcamos la educación familiar y académica con temas como el respeto y la
tolerancia ya que en cualquier credo, doctrina, teoría, espacio, partido
político y aficiones siempre nos deben acompañar.